La música nos acompaña a lo largo de nuestra vida y escuchar apenas unas notas es suficiente para hacernos revivir momentos del pasado de los que esa pieza, esa canción, fue banda sonora. Por todo ello es, sin duda, un elemento protagonista en cualquier celebración, la hace especial y, en el caso concreto de una boda, memorable. Desde mi punto de vista, la música clásica interpretada en directo aporta elegancia, vitalidad y emotividad.
Muchos intérpretes profesionales ofrecen sus servicios en el sector nupcial. Las posibilidades, como siempre, son infinitas, ya que dependerán de vuestras preferencias y de vuestro presupuesto: el caché de cantantes (sopranos, mezzosopranos, tenores, barítonos, bajos…) y músicos (violinistas, violonchelistas, arpistas, pianistas, clarinetistas, etc.), depende en gran medida del tiempo de contratación.
Si os planteáis esta posibilidad para vuestro enlace, los consejos de vuestro event planner, en caso de que contéis con uno, serán aquí de gran ayuda. Si no es así, es esencial que tengáis varias referencias y os reunáis con los distintos cantantes y músicos. La mayoría suelen trabajar con muestrarios muy variados con los que podréis elegir “a la carta” vuestras piezas preferidas (o fragmentos de ellas) y el momento en el que queréis que suenen. Deberéis tener en cuenta que la ambientación musical no será la misma si sirve de fondo para una ceremonia civil, una ceremonia religiosa, un cocktail o un determinado momento del día que queráis destacar. Asimismo, es muy importante que, en todos los casos, valoréis las dimensiones del espacio en el que tendrá lugar la actuación y su acústica.

Comencemos por la ceremonia. En una religiosa, la música realza de manera sutil ciertos momentos, como son la entrada de la novia, el tiempo entre las lecturas o tras el intercambio de alianzas, la salida de la pareja de la iglesia… Un cantante puede actuar a capella o acompañado de un teclado o un chelo, por poner un caso. Un dúo o pequeño grupo de instrumentos de cuerda es asimismo una opción muy habitual. Pero también podéis contratar, si contáis con el espacio suficiente, un cuarteto de cantantes o un coro y una orquesta que incluya algún instrumento de viento. En cuanto a los temas elegidos, son especialmente populares el Canon de Pachelbel, el Dúo de las Flores del Lakmé de Léo Delibes, el Ave María de Gounod o Schubert… En las ceremonias civiles, la selección musical suele ser más variada, y podemos decir desde nuestra experiencia que hay tantas opciones como novi@s. Es muy habitual que los contrayentes elijan versiones líricas de temas del pop, rock, jazz, blues y maravillosas bandas sonoras del cine.

Para el cocktail lo más recomendable es un acompañamiento de música instrumental y, de nuevo, los de cuerda son los más comunes (violines, chelos, arpas…) De todos modos, y como siempre os decimos, vuestras preferencias mandan, así que por qué no un cantante junto a una pequeña orquesta que sirva de fondo a las primeras charlas de los invitados y también, de modo más ligero, durante el almuerzo o cena. No tengáis miedo de ser originales, haced sonar esa música que tiene un significado especial para vosotros, para vuestra historia, y compartidla con todos aquellos que os acompañan en vuestro día.
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Qué importate es la música en nuestra vida y, aun más, en momentos tan especiales como una boda!! Me apunto todas las opciones que nos propones…Estoy deseando leer el artículo del próximo viernes, me encanta el blog. Muchas gracias por vuestra ayuda. ☺️
Son tantas cosas con las que contar para la boda perfecta, que es un placer leeros por que nos dais todos los consejos.
Desde luego que la música es súper importante y no nos damos cuenta y la tenemos por todas partes.
Gracias por los consejos un viernes más.